GOL DIGITAL / Silencio estratégico, ofertas cruzadas y optimismo en Lezama
En el Athletic Club reina la calma… al menos de puertas adentro. Pese a los rumores que inundan las redacciones y los titulares que viajan con billete de ida desde Barcelona, en Bilbao creen y sienten que Nico Williams seguirá vistiendo de rojiblanco. Y no es fe ciega: es conocimiento de causa.
El entorno de Nico y su agente, Félix Tainta, han mantenido un perfil bajo lo que no equivale a desinterés mientras se han escuchado ofertas, como haría cualquier profesional responsable. Según fuentes próximas al club, antes de volar a Ibiza, Nico tenía una oferta de renovación sobre la mesa… y la intención de firmarla. El movimiento de Tainta hacia Bayern, Arsenal o Barça no es traición, sino procedimiento. Información, no rebelión.
¿Qué está haciendo el Barça?
Lo que sí inquieta en Bilbao y no sin razón es el modo en que el FC Barcelona ha manejado el asunto. Las filtraciones no provienen ni de Lezama ni del entorno Williams. Todo lo que trasciende, según sostienen voces cercanas al Athletic, está diseñado en los despachos de Laporta para forzar una narrativa: que el jugador está decidido a marcharse y que el club azulgrana es su destino inevitable.
Una versión interesada, dicen en Bilbao, que choca con la realidad: el Barça no puede pagar la cláusula de 58 millones más impuestos de forma inmediata y tampoco tiene margen salarial suficiente como para inscribir a Nico sin antes acometer una desbandada de ventas.
Una familia que no negocia a espaldas del club
No hay que olvidar un dato esencial: la familia Williams es Athletic hasta el tuétano. Iñaki, capitán y emblema, no solo respeta al club: es su alma contemporánea. La posibilidad de que permitiera una salida desleal por parte de su hermano menor suena a ciencia ficción para cualquiera que conozca de cerca los valores que se viven en Lezama.
Félix Tainta, además, es el representante de varios jugadores de la plantilla. Nunca ha actuado a espaldas del Athletic. El silencio, en este caso, puede ser señal de respeto, no de ruptura.
¿Y si se va?
En todo caso, como bien señala un aficionado con sentido: si Nico Williams se fuera, el Athletic ya lo sabría y lo comunicaría con su habitual dignidad institucional. Hasta entonces, todo lo demás es ruido.
Nico puede irse si así lo decide, pero también puede quedarse y convertirse en bandera de un club que ha apostado por él desde que era un niño. La oferta está sobre la mesa, la historia también. Y si decide quedarse, será una renovación que no solo refuerza al equipo, sino que blinda el alma.
Porque el Athletic es mucho más que un club. Y si Nico sigue, será por convicción, no por presión.
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