¿Es posible realizar una resonancia magnética segura a pacientes con dispositivos  electrónicos o implantes metálicos? Es el objetivo del protocolo desarrollado por Ascires Grupo Biomédico para establecer la viabilidad de esta prueba diagnóstica para cada paciente, según la especificidad del dispositivo o prótesis, la zona de examen y su historial  clínico. Junto al protocolo, se ha diseñado una plataforma en la que se registran todos los casos y que ya acumula más de 850 casos complejos de compatibilidad.  

La iniciativa responde al hecho de que cada vez más personas conviven con dispositivos electrónicos o implantes metálicos, bien porque son vitales para su salud o porque  contribuyen a mejorar su calidad de vida. Son, por ejemplo, implantes cocleares para  personas con problemas de audición, marcapasos y prótesis cardíacas, válvulas de  derivación o neuroestimuladores alojados en el cerebro, expansores mamarios, entre otros. 

Sin embargo, la presencia de estos dispositivos puede condicionar la realización de pruebas médicas como la resonancia magnética, una exploración clave para el diagnóstico preciso  y seguimiento de muchas patologías. Por eso, el objetivo principal del estudio de Ascires es  minimizar los casos de incompatibilidad tecnológica y hacer la resonancia magnética  accesible a pacientes portadores de todo tipo de dispositivos.  

Más de 850 casos complejos analizados 

Con más de 850 estudios complejos de compatibilidad elaborados hasta la fecha, el  protocolo ha sido presentado este año en el 8º Congreso Conjunto de la Sociedad Española  de Física Médica y la Sociedad Española de Protección Radiológica. 

Ante cada caso nuevo, el equipo de Física Médica, en colaboración con los profesionales  implicados en el proceso (radiólogos, especialistas de diferentes disciplinas, técnicos de  Radiodiagnóstico y Medicina Nuclear (TSIDMN), profesionales del Centro de Atención al  Paciente Ascires, etc.), analiza y evalúa la viabilidad del examen diagnóstico requerido. 

La variedad de casos es muy amplia, tanto en lo que respecta a los pacientes (edad,  patología e historial clínico), como a los propios dispositivos. “Hasta la fecha, hemos  estudiado más de 30 categorías de dispositivos o implantes metálicos y, de cada uno,  existen varias marcas y modelos. Nuestro propósito es garantizar la seguridad necesaria para  la realización de la prueba de resonancia magnética con la precisión requerida por el  especialista de Imagen”, explica Luis Brualla, responsable del área de Física Médica de  Ascires.