El viento sopla a favor de Navantia después de un año de fuerte marejada que casi la hace zozobrar. La entrada del nuevo año ha significado un cambio de rumbo para los astilleros de la Bahía, que llevan paralizados desde mediados de 2012. La confirmación oficial de Gas Natural para la construcción de un quinto gasero y la adjudicación del Gobierno turco a Navantia de un nuevo portaaviones han inflado las expectativas de negocio de la compañía española. A estos contratos de construcción naval hay que sumar ahora los acuerdos alcanzados por la división de reparaciones de la empresa para realizar obras de mejora en varios cruceros. Fuentes de Navantia han confirmado a LA VOZ que el nuevo año se estrena con cuatro contratos para reparar cruceros en el astillero de Cádiz. Las compañías Royal Caribbean, Iberocruceros y Pullmantur mantienen su relación con la empresa española y han confiado de nuevo en ella la reparación de una parte de su flota que opera en la cornisa atlántica y en el Mediterráneo.
Así, los diques del astillero gaditano estarán ocupados con total seguridad hasta el próximo mayo por buques de ocio para someterse a una profunda intervención. No obstante, este periódico ha podido saber que Navantia ultima en estos momentos otros acuerdos con varios armadores de cruceros para firmar nuevos contratos.
A por tres grandes del sector
Navantia ha logrado en solo cuatro años incluir en su cartera de clientes a las principales empresas del turismo de cruceros: Royal Caribbean, Pullmantur, Iberocruceros, Thomson, Crystal Cruise line, Azamara y a la Disney Cruise Line, el último fichaje. Sin embargo, falta para cerrar el círculo que otros tres grandes de la industria de los cruceros se sumen a esta lista de clientes. Se trata de la compañía italo-suiza la Mediterranean Shipping Company, conocida por MSC, la Carnival Corporation y la Norwegian-Star Cruises. La dirección de los astilleros trata que estos gigantes de los cruceros se fijen en Cádiz como base de operaciones para la reparación y mantenimiento de sus barcos.
No ha sido fácil colocar a la planta gaditana en el objetivo de este sector emergente, copado hasta ahora por los astilleros de Francia y los países nórdicos. Navantia se vio obligada en 2009 a diversificar su actividad en materia de reparaciones tras anunciar la Armada española la cancelación de sus planes de renovación de flota. Hasta ese momento, el Ministerio de Defensa era el principal cliente de la compañía naval, pero la crisis y los ajustes presupuestarios llevaron a la Armada a suspender sus inversiones, lo que obligó a la compañía a buscar otras fuentes de ingresos. De esta forma empezó su incursión en el mercado de la reparación de cruceros. La primera compañía que utilizó los servicios de Navantia fue Iberocruceros, que firmó un contrato en 2009 para la reparación del 'Grand Voyager'. El resultado fue muy satisfactorio, ya que esta compañía repitió al año siguiente con el 'Grand Mistral' y volvió en 2011 con el 'Grand Celebration'. El trabajo de Navantia en la puesta a punto de los cruceros empezó a calar cuando en noviembre de ese mismo año la compañía Royal Caribbean confiaba en Navantia-Cádiz la reparación del 'Splendour of the Seas'.
En este sentido, la propia empresa ha reconocido que de las pequeñas reparaciones se ha pasado ahora a las grandes transformaciones de estos buques, donde Navantia, como astillero, juega un papel clave en la mejora de maquinaria, cascos y colocación de estabilizadores. Ahora, Navantia asume obras de mayor complejidad en los cruceros.
Efectos en la economía local
El desarrollo en Cádiz en este mercado ha traído como consecuencia un efecto inducido para la economía de la Bahía. LA VOZ destacó en septiembre del año pasado como la reparación de los grandes barcos de ocio en la planta gaditana habían llenado los hoteles y, al mismo tiempo, el sector hostelero había experimentado un incremento de las ventas. No es para menos. Cada reparación supone la llegada a Cádiz de un millar de personas de la tripulación y un amplio equipo de ingenieros, diseñadores y decoradores, encargados de renovar el barco en un mes. Además, esta obra incluye también la entrada en la ciudad de, al menos, otro millar de operarios que se encargan de reconstruir el interior del barco.
Poco a poco, las navieras van prescindiendo de esa mano de obra extranjera en favor de contrataciones en la zona donde se lleva a cabo la reparación del buque. No hay que olvidar que algunas compañías, caso de la Disney Cruise Line, fletó un barco adicional con su propio personal para ejecutar la obra de reparación del 'Disney Magic' en Puerto Real. Este contingente necesita hoteles, bares y restaurantes y se desplaza en taxi, lo que supone un valor añadido para la economía local.
La proyección del negocio de cruceros en el astillero de Cádiz subió un peldaño en 2012 cuando logró cinco contratos para reparaciones. Fue entonces cuando la compañía Azamara suscribió un contrato con Navantia. La explosión del negocio sobrevino, precisamente, el año pasado con ocho acuerdos para reparación y la entrada en los diques de la Bahía en abril del 'The World', conocido como el barco de los multimillonarios, que pertenece a la compañía ResidenSea. El segundo contrato que fue noticia internacional y puso a Navantia en primera línea fue el acuerdo suscrito con la Disney Cruise Line para reparar en el astillero de Puerto Real al 'Disney Magic'. Ahora se espera que la compañía también traiga a la Bahía en los próximos tres años al 'Disney Fantasy', 'Disney Dream' y 'Disney Wonders'.
La división de Reparaciones de Navantia en el astillero de Fene también ha iniciado el 2014 con buenas perspectivas, pero orientado hacia los metaneros.