viernes, 24 de febrero de 2017

¿PORQUE ALMERIA NO SE ECHA A LA CALLE?.

IDEAL ALMERIA

Un millar de personas, según los organizadores, se congregó en la Puerta de Purchena para apoyar la petición de «un tren digno y adaptado»
  • Un millar de personas, según los organizadores, se congregó en la Puerta de Purchena para apoyar la petición de «un tren digno y adaptado».Con el proyecto del AVE parado desde hace cinco años y las contratistas en fuga, con un tren al que no pueden acceder las personas en silla de ruedas y sin mejoras en ciernes, apenas un millar de personas se moviliza


No hay una reivindicación en Almería que pueda suscitar una mayor unanimidad. Pregunte en su entorno qué opina del tren. La respuesta se parecerá mucho al «de vergüenza» que, la tarde del miércoles, reconocía el número dos del PP en Almería, Javier Aureliano García, alto cargo del partido que respalda al Gobierno. «De vergüenza», decía sin medias tintas. Anteayer, sin embargo, cuando la Mesa en Defensa del Ferrocarril de Almería (más de medio centenar de colectivos sociales, asociaciones de vecinos, partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales y colectivos profesionales) invitaba a los almerienses a echarse a la calle y pedir al gobierno soluciones, apenas mil personas en el más optimista de los cálculos, la secundó. Una veintena de personas por cada organización convocante.
En Granada y en Murcia, dos ciudades cercanas y sociológicamente parecidas, el número de manifestantes en convocatorias similares en los últimos dos años supera con creces la -como mínimo- modesta cifra de Almería. En Granada, hace pocas semanas, el número de manifestantes por su tren fue de 15.000. En Murcia, la protesta para soterrar las vías de 2014 era participada por 20.000 ciudadanos. ¿Por qué Almería no se echa a la calle? ¿Por qué no se manifiesta?
José Luis Sánchez, sociólogo e investigador de la Universidad de Almería, reconoce que es un fenómeno -el local- sobre el que no hay estudios científicos. «Creo que se conjugan tres factores: la falta de cultura política y democrática, la desafección a la política y la estigmatización de la movilización», opina. ¿Y eso no pasa en Granada? «En otros sitios hay una figura o un motivo catalizador. En Granada está la figura de Jesús Candel, Spiriman». Es el médico de urgencias que ha ejercido el papel de líder de las movilizaciones contra la fusión hospitalaria. «El germen era la degradación del sistema sanitario. Candel ha sido el catalizador. Y con el paso del tiempo, cuando la población ha visto que movilizándose se conseguían cosas, se ha empoderado. Eso no ha ocurrido en Almería», defendía el experto de la UAL. «Es un cóctel. En Almería no hay esa figura, ni tampoco un motivo catalizador».
Ni siquiera cuando la movilización venía precedida de tres noticias absolutamente descorazonadoras: el retraso en la puesta en servicio de trenes adaptados a personas con movilidad reducida, la paralización de la redacción de los proyectos en cinco tramos del AVE entre Almería y Murcia ordenada por el Gobierno y la marcha de varios contratistas por el hartazgo de la parálisis absoluta en la ejecución de la línea de alta velocidad.
«Puede que el origen esté en que en Almería nunca ha habido buenas comunicaciones. Nos hemos acostumbrado a eso». José María Granados, periodista, ha sido notario de la realidad almeriense durante los últimos 40 años. «El único servicio ferroviario que ha funcionado bien, que era el tren nocturno, desapareció en los noventa. Y por suerte, las carreteras han mejorado. Así que el almeriense medio piensa que para ir a Madrid una vez al año, pues se rasca el bolsillo y va en avión, o sufre las siete horas de tren leyendo. No lo considera de una extrema necesidad».
Granados recuerda que ni siquiera entonces, cuando desapareció el tren nocturno en los noventa, hubo grandes movilizaciones. «Es como si pasáramos. Va más gente a recoger abanicos en la Feria que a las manifestaciones. No estamos motivados», aduce. Obviamente, el abanico de Feria no es una necesidad perentoria. Pero sí una motivación: un premio a la paciencia. «Salvo algo muy grave, como el 11-M, en Almería hay una mentalidad muy individualista».
Esta último argumento casa bastante con el estereotipo del almeriense emprendedor, construido a si mismo, levantado por trabajo y esfuerzo, sin apoyo de las administraciones y sin un liderazgo social claro. ¿Qué pasaría si surgiera un líder como Candel? «Dependería. En Almería los ingredientes no son los de Granada», refiere por su parte Sánchez.
La carencia de un líder que otorgue visibilidad a la reivindicación -y que, a su vez, motive a la movilización- es un argumento compartido, también, por Rafael Quirosa-Cheyrouze, doctor en Historia por la Universidad de Granada y Catedrático en el área de Historia Contemporánea de la Universidad de Almería. «Históricamente, en Almería ha habido unos representantes políticos que no han priorizado por la tierra, sino por su partido. Muy pocos representantes han llegado arriba [a cargos de responsabilidad] y los pocos, han tenido poco interés». «Han estado -abunda- sometidos a la jerarquía del partido y otros intereses variados». La ausencia de una figura con «actitud combativa» echa el freno de mano a la sociedad, dice, que observa entonces los estamentos políticos como algo que no le es útil. «Las estructuras no responden, y entonces la gente se queda pasiva», asevera Quirosa-Cheyrouze. «Hay almerienses que ven en la reivindicación una lucha rellena de una sarta de mentiras. Y si a eso se le añade una cierta sensación de politización... Cuando es por el tren, contra quien gobierna en España. Cuando es por el hospital, contra la Junta. La gente se cansa, se queda sin motivación», defiende, en la misma línea, Granados.
El desinterés por la política y la gestión de los políticos no es algo exclusivo de Almería. «El CIS [Centro de Investigaciones Sociológicas] lo viene diciendo en los últimos cinco o seis años: los líderes políticos y los partidos son, junto con los sindicatos, las organizaciones menos valoradas. La crisis, la corrupción, la sensación de que no se rinden cuentas... Es un 'totum revolutum' que provoca un rechazo generalizado a todo lo que huela a política», argumenta el sociólogo Sánchez. Salvo, insiste, que hayan catalizador y líder. «Es un germen. Y si se ven frutos...», pues cambia el chip.
Juventud ajena
«Puede parecer fatalista, pero en Almería se da una retroalimentación. En Granada hay una estructura social muy vertida hacia los estudiantes de la universidad. Aquí se ha generado una conciencia de que movilizarse no sirve para nada». Quirosa marca aquí el acento en la desmovilización juvenil. En la manifestación del miércoles, los menores de treinta años eran una honrosa excepción.
Araceli García es educadora social por la Universidad de Almería. «Ante la falta del tren, los jóvenes se buscan la vida con el Blablacar. Es como si no se plantearan que en Almería podría haber los mismos servicios que ven en otras ciudades de Europa cuando se van de Erasmus». «Además, sorprendentemente, cada vez que hay una manifestación en la universidad, la secundan cuatro gatos. A la falta de ejemplo de que hay que luchar por lo que se quiere se suma la falta de motivación histórica de Almería y que a la gente joven el tema no le llega. Acaban buscándose la vida, encontrando soluciones».
Pese a estos análisis, hay quienes lo reducen a una simple cuestión de carácter, de idiosincrasia. «El carácter del almeriense es bastante dejado. [...] Somos más de los bares, de hablar en la puerta, en la barra del bar o en la esquina», advertía ayer en rueda de prensa el concejal portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Almería, Miguel Cazorla. Su análisis a vuelapluma, muy repetido, supondría tener los bares almerienses llenos de indignados.

miércoles, 8 de febrero de 2017

IDEAL.ES

"EL VALLE DEL HIJO DEL SIERVO DE ALÁ"

  • Vélez de Benaudalla ofrece al turista y visitante un amplio abanico de posibilidades para disfrutar con los cinco sentidos



'El Valle del Hijo del Siervo de Alá'Muy cerca de la Costa, Los Guájares y de las comarcas del Valle de Lecrín y la Alpujarra se enclava la histórica y encantadora localidad de Vélez de Benaudalla. Su inmejorable clima, de inviernos templados y veranos cálidos y su privilegiado entorno natural, con las sierras de Lújar, El Jaral, La Almijara y Sierra Nevada de telón de fondo, convierten a este municipio en un destino único. Este pueblo, situado a 170 metros de altitud sobre el nivel del cercano mar, tiene 79 kilómetros cuadrados de superficie. Su población en 2014 era de 2.876 personas.
Vélez de Benaudalla encuentra el origen de su nombre en la época árabe en la que se denominaba ‘Ballis Banu Abd-Allah’, que significa ‘Valle del Hijo del Siervo de Alá’. Su pasado árabe deja ver en su parte más antigua un entramado de calles angostas y estrechas con algunos adarves, placetas y callejones que transmiten el sabor inconfundible de Al-Ándalus. Un total de 2.300 hectáreas de la impresionante Sierra de Lújar pertenecen a este municipio que posee también la Casería de la Gorgoracha y el recóndito y no muy cercano anejo de Lagos.
El legado monumental de Vélez de Benaudalla es también un espejo de su origen. Así, entre sus obras más destacadas se encuentra el Castillo de los Ulloa, situado en lo alto de un promontorio rocoso que ofrece unas vistas esplendidas del pueblo y que desde hace unos años acoge, tras ser restaurado, el Centro de Interpretación del Patrimonio Local; la iglesia consagrada a Nuestra Señora del Rosario, obra de Ventura Rodríguez y donde encontramos pinturas de gran belleza, entre las que destaca una Inmaculada atribuida a Pedro Atanasio Bocanegra; el Nacimiento y el Jardín Nazarí.
El Jardín Nazarí, conocido también como Jardín de los Sentidos, cuenta con un valor histórico destacable y es considerado el segundo más importante después del Generalife. Este lugar, restaurado y embellecido hace pocos años por la Diputación, es una finca de recreo y de explotación agrícola, dotada de los elementos esenciales para cubrir las necesidades utilitarias de los que allí vivían además de contribuir al disfrute de los sentidos, ya que este tipo de jardines fueron diseñados para aportarles tanto a hombres como a mujeres cinco grandes beneficios: espiritual, estético, psicológico, científico y alimenticio.
Un elemento característico del Jardín Nazarí es el jardín vertical situado en el tajo. Su atractivo radica en el relieve de formas singulares que se ha originado debido a la lenta y prolongada sedimentación de cal a lo largo de los siglos. En él se pueden visitar a través de unas empinadas escaleras diferentes cavidades a modo de cuevas con formaciones de estalactitas y estalagmitas. El municipio de Vélez de Benaudalla linda con los términos municipales de Ízbor, Lanjarón, Órgiva, Motril, Salobreña, Lújar y Los Guájares.
Vélez de Benaudalla posee también un entorno natural repleto de atractivos ideales para practicar todo tipo de deportes al aire libre. Desde senderismo por las antiguas minas de la Sierra de Lújar y otras zonas, rutas a caballo o en bicicleta por parajes singulares como la Cámara del Agua, Las Torcas o La Haza del Señor; actividades acuáticas en el Río Guadalfeo; hasta escalada para gente experta en el majestuoso e impresionante Tajo de los Vados. También dispone este municipio de un área recreativa en uno de los márgenes del Río Guadalfeo conocida como La Explanación, y de un Museo del Aceite. El agua potable de este pueblo es también estupenda.
El agua es un elemento que acompaña en toda su visita. Prueba de ello es el Paseo del Nacimiento; un hermoso camino rodeado de vegetación donde se localizan tres manantiales cuyas aguas son conducidas por todo el municipio a través de sus acequias de regadío hasta llegar al Jardín Nazarí y desde este lugar en forma de cascada desembocar el sobrante en el Río Guadalfeo.
Los platos tradicionales de Vélez de Benaudalla basan su composición en los productos típicos que hay en la zona (agricultura, ganadería y caza). Delicias como el puchero de hinojos, el remojón, la salamandrota, el choto al ajillo, los asados, la calabaza frita, las migas o el arroz con caracoles son algunos de los platos típicos que se pueden encontrar en este pueblo granadino.
Vélez de Benaudalla posee un ramillete de bares y restaurantes muy importantes y dignos de visitar. Algunos de ellos se encuentran junto a la carretera que linda con el Río Guadalfeo. Este municipio también posee una miel riquísima y lugares para adquirir los mejores productos alimenticios. Pero lo que realmente le ha dado fama en España entera a Vélez de Benaudalla han sido sus famosos pestiños y su repostería morisca. Su receta conserva los ingredientes y la forma de elaboración de antaño.
Las citas festivas más importantes son las fiestas dedicadas al patrón San Antonio de Padua a mediados de junio. En estas fiestas hay que destacar la representación de ‘Moros y Cristianos’. Otros festejos son los carnavales, el Festival Misionero organizado por el ‘santo’ Paco ‘El misionero’, y la Expo-Nazarí.
Vélez de Benaudalla dispone de muchos atractivos. Las luces y las sombras dibujan su entramado urbano presidido en las alturas por su castillo. Antiguamente la mayoría de los molinos de la Alpujarra y de otras zonas utilizaban piedras para la molienda de las canteras de Vélez de Benaudalla. Muchísimos pueblos también las utilizaron para construir fuentes y pilares, entre otras cosas.
Este municipio es famoso también por su aceite de oliva y por sus fincas de labranza y productos del campo, posee recursos turísticos y culturales de gran calidad que hacen que las visitas sean inolvidables. Pueblo, agua, historia, cultura, arte y leyendas se funden en este municipio que ha sabido mantener el encanto de otra época a través del tiempo. Vélez de Benaudalla ofrece al turista y visitante un amplio abanico de posibilidades para disfrutar con los cinco sentidos.